miércoles, 2 de febrero de 2011

La reacción del clan Cantón

Encargado de la investigación, el segundo comandante de la AFI, Ángel Medina Ávalos, fue sorprendido cuando tomaba unas placas fotográficas del edificio del Tabasco Hoy, por dos agentes de la Policía Judicial del Estado, quienes montaban guardia a la entrada de las instalaciones periodísticas por el control que sobre las corporaciones policíacas ejercía el clan vía Hernán Bermúdez, con la complacencia del procurador Ángel Mario Balcázar.
Fue agredido y despojado de un radio de comunicación portátil y una cámara fotográfica, en los momentos que realizaba la investigación asignada, relacionada precisamente con el Acta Circunstanciada 220/2002-1.
Medina Ávalos acudió ante el agente del Ministerio Público Federal, Raúl Díaz Blasco, quien abrió la Averiguación Previa 94/2002 por esos hechos.
En su declaración, señaló que los judiciales del estado, Guadalupe Vicente López y otro de nombre Marco Antonio, como los autores de la agresión física y el despojo de sus herramientas de trabajo.
Indicó que los “guaruras” de Miguel Cantón Zetina, le dijeron que para recuperar sus cosas tenía que hablar con don Miguel y explicar los motivos por los que estaba tomando fotografías.
El comandante de la AFI aceptó la invitación, permitiéndosele pasar a las instalaciones del diario, ya lo esperaba el director editorial, Héctor Tapia Martínez de Escobar (El cobrador de la mafia, le dicen) quien lo recibió en forma prepotente, mostrándole el equipo despojado y diciéndole que estaba prohibido tomar fotos ahí. Los reporteros gráficos a su servicio bajaron y le tomaron fotos a él.
Tendida la trampa, el licenciado Pedro Gutiérrez Cantón, presentó una demanda contra Medina Ávalos, acusándolo de amenazas, intimidación y allanamiento de las instalaciones del Tabasco Hoy, la que quedó asentada en el folio C-III-1139/2002.

Al día siguiente los hechos aparecieron como la nota principal en portada del  mencionado diario, fotografías del agente y del equipo que le fue decomisado.
Argumentaron que la delegación de la PGR en Tabasco, a cargo de Fernando Ruíz García, había montado una campaña de intimidación y desprestigio en contra de la dirección general del diario.
La contraofensiva de Cantón no se detuvo ahí, solicitaron audiencia con el procurador general de la República, general Rafael Macedo de la Concha, para exponerle el caso y pedir la remoción del delegado en Tabasco.
Desde la capital del país fue enviado a Villahermosa, el subprocurador de Procedimientos Penales “B” de la PGR, Carlos Javier Vega Memije, para acabar con la guerra de papel contra la PGR que tenía el Tabasco Hoy.
Vega Memije llegó hasta las oficinas del Chino Cantón, para tomarse la foto con él, las que aparecieron al día siguiente en portada y una nota donde se decía quedaba demostrado que no había investigación en su contra y que todo era parte de una campaña de desprestigio de sus enemigos, que pretendían “acabar con el diario de mayor circulación y credibilidad en el estado de Tabasco”. En realidad, lo que hizo Miguel Cantón fue entregarle al funcionario una carpeta con fotografías y ubicación de todas las narcotienditas existentes en Villahermosa, Cárdenas y Comalcalco, que protegían los agentes federales. Su publicación, le advirtió al funcionario de la PGR, sería un escándalo nacional y un duro golpe a la credibilidad de la lucha gubernamental contra el narcotráfico.

Por su parte, el delegado Fernando Ruíz García, dio una conferencia de prensa donde los reporteros de Cantón insistieron en preguntarle si había alguna investigación en contra del director general del diario y de su compadre Hernán Bermúdez Requena, quien se encontraba ahí presente. El delegado de la PGR, evasivo primero, tuvo que aceptar ante las presiones de los reporteros que no había nada. Poco después, Ruíz García fue relevado de su cargo.
Años después, en 2007, justo en el momento en que el crimen organizado realizaba su más fuerte embestida en contra de las autoridades federales y estatales, con ajusticiamiento de gente ligada al narco, secuestros y asesinato de policías, el entonces delegado de la PGR en Tabasco, César Romero Valenzuela, confirmó en una entrevista radiofónica con el periodista José del Carmen Chablé, que la investigación seguía abierta y lo más revelador, que se trabaja en ella.
En efecto, el dato respecto al oficio pues se dio en su oportunidad; hablamos del 2001, 2002, por esa época. (…) El resultado de esa investigación (…) es parte de esa averiguación, que se mantiene en secrecía”, dijo el funcionario.
Chablé Ruiz, con cierto asombro, pero con el olfato periodístico que le es habitual, insistió ese martes 29 de mayo: ¿O sea que no ha concluido la investigación…? a lo que Romero Valenzuela respondió: “Estamos todavía…o sea, esa averiguación se lleva por un agente del Ministerio Público, el cual mantiene su reserva y no puedo, el delegado (de la PGR) no puede incidir en la información porque sus funciones son muy diferentes”.

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